viernes, 24 de noviembre de 2017

Comandante en Jefe... Ordene.

      En sus años de vida palpitante descuellan impactantes palabras y fantásticos sueños. Período glorioso marcado por su empeño y su pujante andar, dejando huellas definitivas en la geografía cubana y mundial, desafiando poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional con su tangible capacidad de asombrar con su visión futurista y su energía para transformar el presente, posibilitando a los cubanos emanciparnos por nosotros mismos y con nuestras propias fuerzas, para que todos los nacidos en el archipiélago sean tratados y traten a los demás como seres humanos, ocupando el primer sitio en el Moncada, en el Granma, La Sierra, La Alfabetización, Girón y  en cada batalla por cambiar todo lo que deba ser cambiado.

             
    Su nombre es símbolo de confianza, fidelidad al juramento de hacer independiente, soberano y feliz a su pueblo... diciendo siempre la verdad, predicando en no mentir jamás ni violar principios éticos. 

     Enfrentó más de 600 planes de atentados. Luchó con audacia, inteligencia y realismo; siempre con la voluntad de vencer. Fue así que abordó un nuevo yate Granma el 25 de noviembre del pasado 2016, como hiciera antes en 1956 para mantenerse en la primera línea de combate. Multiplicándose en miles de jóvenes que repiten YO SOY FIDEL. Porque revolucionarios como nuestro Fidel jamás abandonan el campo de batalla. 

    En ese viaje hacia la eternidad lo siguen millones de hombres y mujeres del mundo, amigos de Cuba y su revolución por el ejemplo de solidaridad brindado durante décadas combatiendo por lo que tenemos hoy en día. El hecho de que Cuba sea para el mundo sinónimo de esperanza se llama Fidel.

      Los éxitos de la Biotecnología cubana, nacida a partir de un grupo de jóvenes que con sentido del momento histórico le siguieron en largas jornadas uniendo noches y días... tienen un nombre: Fidel, quien nos enseñó que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.



      Hoy en el Centro de Inmunología Molecular seguimos trabajando por mantener una esperanza de salud a los pacientes oncológicos cubanos y contribuyendo ascendentemente con la economía nacional. Militamos en el banco de los impacientes, los que buscan que impere la igualdad y libertad plena, cumpliendo las ideas contenidas en su concepto de revolución. 


      Trabajaremos con modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo. Porque le continuamos viendo cada día defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio. Agradecidos le seguimos Comandante... con el sano orgullo de ser fieles seguidores suyos: Fidel.  









                

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