miércoles, 24 de mayo de 2017

Cimeños por la Isla

Por: Diobel González

Con un total  de 15 personas partimos hacia la Isla de la Juventud el sábado 29 de abril del año en curso. El viaje comenzó con el inconveniente del retraso, estaba programado la salida para las 7:00 am. pero se retrasó hasta las 4:00 de la tarde llegando a Gerona a la 1:00pm del domingo. Pese al inconveniente la pasamos bien y aunque cansados... el domingo bien temprano ya estábamos listo para salir.
 A las 9 de la mañana llegó la guagua que nos conduciría hacia la comunidad de Cocodrilo, el trayecto fue entretenido y el pase por el punto de control de Cayo Piedra fue rápido y sin inconvenientes. En el camino pudimos encontrarnos con los cangrejos, higuanas y venados que se asustaban y salían disparados sin darnos tiempo a sacar alguna instantánea. Sobre las 12:00 del día llegamos a nuestro primer punto en el mapa de la travesía: el faro de Carapachibey, uno de los más altos de la región con unos 60 metros de altura. La vista es impresionante y se puede observar todo el parque, las elevaciones pineras y el Mar Caribe. Luego de la pequeña visita continuamos nuestro camino hasta llegar al destino. Acampamos a la salida del pueblo en lo que antiguamente fue un criadero de tortugas. Allí el recibimiento por esos insectos que pueden hacer, y lo hicieron, tu vida un infierno: los mosquitos. 

             Rápidamente se levantó el campamento con la compañía del sol y los mosquitos, la única solución era el mar. Realmente aunque sea un lugar donde prevalece la costa, el lugar es bello y el azul del mar no tiene comparación. Además para los que gusten de bucear y de practicar el clavado el lugar es exquisito y la saliente de los diente-perros ayuda a tener puntos para clavados preciosos. También hay una pequeña playita donde nos unimos a los cocodrileños y hasta compartimos el tradicional trago de ron. Este día transcurrió entre mosquitos y calor pero el mar nos ayudó a refrescarnos. La comida se preparó temprano y los mosquitos también. A partir de las 7:00pm, cuando comenzó a caer la tarde los mosquitos hicieron cambio de turno y compartieron con nosotros la fogata y la noche. Creo que en esa comunidad deben tener sobrecumplimiento en donaciones. 

         Llegó el día esperado y a las 9:00 am salimos para nuestro destino final, la playa de Punta Francés. Pertenece al parque marino del mismo nombre y realmente es un lugar mágico donde el tiempo se detiene y no te das cuenta de las horas que pasan. El trayecto fue rápido desde la comunidad, los mosquitos siempre con nosotros, y el día se fue entre playa, sol y buceo. Ese lugar es uno de los sitios donde atracan los cruceros y un paraíso para el buceo. Realmente vale la pena resistir los mosquitos pues el lugar lo vale, además en el muelle de madera hay un ranchón que queda justo al medio y fue el lugar ideal para el descanso luego de unos suculentos spaguettis.
           Tres días habían trascurrido desde nuestra llegada a Gerona y era martes cuando regresamos. Nos quedaban 3 más hasta el retorno a La Habana. Esos días visitamos la presa El Abra: un lugar de disfrute al alcance de todos, tienes desde motos acuáticas hasta escaladas al mirador. También no escapó la visita al Presidio Modelo, museo de Gerona y los diferentes restaurantes del boulevard. Y así transcurrió la semana mágica en la Isla la cual ya estamos deseosos de repetir, claro sin mosquitos.

1 comentario:

  1. Dayli:
    El viaje fue perfecto. Nos encontramos con personas increíbles que nos brindaron agua, comida y alojamiento. Además que se fortalecieron las relaciones de amistad entre todos. Todo eso junto con las increíbles vistas borraron la tormentosa noche y el infierno de amanecer con los mosquitos. Fue súper, repetiría sin dudas

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